12/05/2013

Jorge Ramos acaba con República Dominicana en un articulo que escribió.. COME-SOLOS Y COME -SIMEPRE.. SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA…



Desde el aire el espectáculo es impresionante. Debe haber pocas islas tan bellas en el mundo como la Hispaniola, que comparten República Dominicana y Haití. En esta época del año la tierra, verde brillante, sabrosa, contrasta con las caprichosas montañas y con un mar, borracho de azul, que no se acaba. Las playas dominicanas no tienen nada que envidiarle a las brasileñas, mediterráneas o indonesias. Pero conforme te vas acercando, hay que ajustar esa primera impresión. Tan pronto empieza a bajar el avión al aeropuerto de la capital dominicana, es fácil detectar las décadas de abusos y negligencia; calles sin pavimentar, los techos de lámina, el crecimiento urbano alborotado, sin plan. Y ya en tierra, surge inmediatamente la pregunta: ¿cómo es posible que una nación con tantos recursos naturales sea una de las más pobres del hemisferio? La respuesta está en la calle.
La percepción de muchos dominicanos es que su país es pobre debido a los despilfarros históricos y la corrupción consuetudinaria de sus clases dirigentes. Al menos cuatro de cada diez personas viven en la pobreza, según me aseguró un informado periodista. Y confío más en él ya que las encuestas oficiales, en cualquier país, tienden a maquillar las cifras. Los dominicanos, que son muy ingeniosos para describir sus tristezas y alegrías, han acuñado unos términos muy descriptivos para identificar a los aparentes responsables de sus males económicos. A algunos políticos les llaman “come-solos” (por no haber repartido el botín que se robaron). A otros les dicen “come-siempre” (por meterle mano regularmente al presupuesto de la nación).Y no falta por ahí quien acuse de “apaga-estufa” a líderes que, en lugar de crear riqueza, crean hambre y de “sufre-callados” a los que, tarde, se dieron cuenta que apoyaron al candidato equivocado o al que los defraudó.
Ningún partido político se salva. El béisbol, sí, es una pasión en este país pero la política es el deporte nacional. Nunca faltan nuevas combinaciones de comelones. De la misma manera que los que viven cerca de los polos tienen muchas palabras para describir los distintos estados del hielo, así los dominicanos han inventado todo un vocabulario para explicar las tonalidades de la corrupción política. Los políticos que roban están “hirviendo” o “muy calientes”. Los que no lo hacen son “fríos”. Cool. Y hablando de políticos cool, en República Dominicana hay toda una nueva generación de servidores públicos y jueces que le han dado la espalda al autoritarismo y a los abusos del pasado. A esos no hay que perderlos de vista. Tiran alto. En los medios de comunicación también hay varios elementos de preocupación… y de esperanza.
El pastel de la televisión, radio y periódicos está repartido, fundamentalmente, en tres grandes grupos corporativos que, además de dar noticias, tienen bancos, aseguradoras y otras industrias. Y esto, me parece, no es muy saludable para la libertad de expresión. Prefiero los medios de comunicación independientes, sin compromisos empresariales o gubernamentales. ¿Qué pasaría en República Dominicana, por ejemplo, si un reportero descubre lavado de dinero o un acto de corrupción en el banco del dueño de su periódico? ¿Se atrevería el reportero a denunciarlo y el diario a publicarlo? Lo dudo. ¿Se sentirían los editorialistas y columnistas en total libertad de denunciar que uno de los accionistas de la empresa es socio en un negocito con el secretario de estado, el fiscal, el militar, el sacerdote? No creo. Si el presidente atacara públicamente a algún periodista por las preguntas que hace o las ronchas que levanta ¿saldría su periódico, estación de radio o televisión a defenderlo? ¿Pondrían en riesgo los negocios de la empresa por una noticia? No lo sé.
El objetivo principal de los empresarios es ganar dinero y el de los periodistas dar noticias; muchas veces estos dos ejercicios no son compatibles. Aún así –y esto es importante decirlo- República Dominicana tiene su buena dosis de diversidad en los medios de comunicación y una creciente conciencia crítica entre sus periodistas. En estos días no se puede mandar callar a un reportero como se hacía en la época del dictador Trujillo o en alguna de las seis presidencias -¡seis!- de Joaquín Balaguer. En República Dominicana hay cada vez más periodistas concientes de su labor, valientes…y muy mal pagados. (Esa es otra de las debilidades del sistema.) Pero cuando los dominicanos no están trabajando duro, viendo la televisión, discutiendo sobre la pelota o hablando de política, es fácil verlos bailar en las calles o jugando dominó cerca de la maravillosa zona colonial de Santo Domingo. Estoy apantallado de esta belleza arquitectónica y de la aparente seguridad que se respira en sus calles, incluso, en altas horas de la noche.
Esa tranquilidad ha desaparecido en casi todas las capitales latinoamericanas. No aquí. República Dominicana es una joyita. El dinamismo de su gente es sólo comparable al más rápido de sus merengues. Sus hoteles, playas y gastronomía son un extraordinario imán internacional. Sus jóvenes y empresarios han ayudado a que tenga uno de los índices de crecimiento más altos de la región. Pero…pero por alguna razón todavía hay muchos que prefieren arriesgarlo todo para cruzar las tortuosas aguas del canal de la mona en una yola hacia Puerto Rico. El ejército de emigrantes, el alto número de pobres, el siempre prolífico vocabulario para describir la corrupción gubernamental y las mordazas potenciales a los periodistas son claras señales de preocupación. Pero todo esto, desde el aire, no se nota. ¿Qué falta en República Dominicana? Bueno, no soy nadie para decirlo pero, según me cuentan, urge –como en casi toda América Latina- una nueva generación de líderes (políticos, económicos, de opinión…) que no deje a nadie fuera del progreso de la isla, que tenga las manos limpias y a quien los dominicanos podrían llamar, con orgullo, los “todos-comen”. Y en este viaje tuve la suerte de conocer a varios de ellos; nuevos aires –puedo reportar- soplan sobre la isla.
Fuente: http://networkedblogs.com

11/27/2013

El pueblo más ‘comestible’ del mundo

Cuando llega la hora de la cosecha, todo el mundo puede servirse gratis. Esta revolución hortícola y comunitaria tiene un nombre: Incredible Edible (Increíble Comestible).

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Estelle Brown y Mary Clear, en un huerto de Todmorden.
En Todmorden, Gran Bretaña, los vecinos plantan verduras, hierbas y árboles frutales en 70 espacios públicos. Cuando llega la hora de la cosecha, todo el mundo puede servirse gratis. Esta revolución hortícola y comunitaria tiene un nombre: Incredible Edible (Increíble Comestible).
Cuando uno llega en tren a Todmorden  lo primero que encuentra al salir de la estación, es un suculento mapa de todos los cultivos que se tienen a mano, arropados por una inequívoca consigna en inglés: “Help yourself!” (“¡Sírvase usted mismo!”).
incredible_edible6Se plantan a discreción verduras, hierbas y árboles frutales en 70 espacios públicos. Se forma una red de 280 voluntarios que se turnan y se dedican dos mañanas al mes a cuidar de los cultivos. Y todo el mundo (incluidos los turistas) pueden servirse gratis y a placer cuando llega la hora de la cosecha.
“Incredible Edible”, da nombre a una auténtica revolución de la agricultura urbana. Cuenta con una red de 200 grupos repartidos por todo el planeta: de España a Australia, de Mali a Burkina Faso. El pueblo grande de 15.000 almas, se encuentra a veinte kilómetros de Manchester y la revolución es impulsada en su mayoría por mujeres.
Antes de conocer a las “increíbles” mujeres de Todmorden, conviene respirar hondo y tomarle la medida al intrincado laberinto de casas de piedra y “puntos verdes”. Si queremos maíz dulce o cebollas japonesas, no tenemos más que acercarnos a los lechos de cultivo de la policía local. Si queremos hierbas medicinales, habrá que ir a la “apoteca” natural que crece junto al hospital. A la puerta del teatro crecen las tomateras. Junto a la iglesia unitaria, en la colina más alta del pueblo, se prodigan las coles y las acelgas.
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La lista es tan “increíble” como interminable, y el pueblo no sólo se autoabastece gratuitamente a lo largo del año, sino que encima hay un sobrante con el que se organiza la gran fiesta anual de la cosecha, hasta la que ha descendido, en cierta ocasión, el mismísimo Príncipe Carlos.
incredible_edible3“Nuestro secreto está en que somos el movimiento más inclusivo del mundo”, asegura Mary Clear, quien ayudó a crear el grupo junto a Pamela Warhurst.
“Nuestro lema es así de simple: ‘Si comes, estás dentro’. Aquí no discriminamos a nadie por sus diferencias alimenticias, ni se nos va el tiempo echando sermones. La diferencia se marca pasando a la acción. En eso estamos”.

incredible_edible7El Ayuntamiento ha cedido el solar del viejo hospital, junto al río, donde han echado raíces los primeros árboles del gran jardín comestible, con la ayuda de los trabajadores de VolkerStevin y de Considerate Constructors (Constructores Considerados). Todo parece tener un nombre sugerente en Todmorden, empezando por el pueblo, al que sus habitantes llaman cariñosamente ‘Tod’.
En el aparcamiento del nuevo hospital, sobre varias camas de cultivo crece el herbolario local, cuidado primorosamente por la ‘boticaria’ Helena Cook. Equinácea para fortalecer las defensas, achicoria para el aparato digestivo, romero para las enfermedades respiratorias, caléndula para las curar las infecciones.
Las ocho escuelas del pueblo se han hecho también “increíbles y comestibles”, y en una de ellas se está habilitando una granja piscícola, donde también se cultivará por hidroponía. Entre tanto, el programa Every Egg Matters está llenando Todmorden de gallinas, con el objetivo de llegar en el 2018 a una producción de 30.000 huevos semanales, suficientes para todo el pueblo.
“Seamos realistas: no vamos a conseguir la autosufiencia alimentaria, pero al menos estamos trazando el camino”, reconoce Mary Clear, la “agitadora” del grupo, con todo el saber acumulado de sus años de trabajadora comunitaria y con el “sentido común”, aplicado al arte del cultivo.“Nuestros huertos son pura ‘propaganda verde’, aunque el efecto que han tenido en estos años ha sido tremendo”, subraya Mary. “El consumo de productos locales ha aumentado tremendamente, los comercios que al principio nos miraban con recelo ahora quieren ser increíbles y comestibles”.
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Tan importante como los cultivos es todo lo que ha ido creciendo en estos seis últimos años en Todmorden. “Vivíamos en un pueblo sin nada especial, como cualquier otro, abatido por la crisis y por el desempleo”, recuerda la co-fundadora, Pam Warhurst. “Lo que hemos logrado ha sido no sólo reverdecer nuestras calles, y poner a cultivar a la policía y a los bomberos. Lo más importante ha sido reactivar el poder de la comunidad, y demostrar que juntos podemos”.
“Cuando empezamos, los comerciantes nos miraban con recelo y pensaban que eso del ‘sírvete tú mismo’ les iba a arruinar el negocio”, recalca Warhurst. “Ahora resulta que el 46% de los negocios locales han crecido desde entonces, que el mercado local atrae a mucha más gente, que la criminalidad en el pueblo ha disminuido y que ni siquiera existe el vandalismo porque todos contribuimos a nuestra manera al cultivo. Ahora vienen a vernos de todas las partes de Inglaterra y de más allá. La idea ha germinado y está creciendo ya en todo el planeta… Si movilizamos a las comunidades locales, nos espera realmente un futuro increíble”.


Fuente directa>
http://www.labioguia.com
http://www.elcorreodelsol.com

11/21/2013

I LOVE MY HOOD Gives Back - Help make education in the DR a community priority    (www.ILoveMyHood.com)


 I think I couldn't have better choice for my first post, this is such a great iniative 


Support I LOVE MY HOOD's campaign to bring awareness to the important of supporting children's education in the Dominican Republic!

Who We Are.

I LOVE MY HOOD is a small collaborative of artists and innovative thinkers who believe in the power of community and the importance of empowering the underdogs to create a better world. 



Our work. 

We've been working for the past year or so with local communities and artistic leaders in the Dominican Republic, holding events such as murals, skate jams, Breakin' battles, and music festivals to bring people together and celebrate local cultural roots and international exchange. The out-pour of love and enthusiasm for the I LOVE MY HOOD campaign in the DR has been inspiring and humbling.



We want to take our team to continue the work we have been doing. On our last trip, we started providing schools in need with the basic school supplies that many of the children can't afford on their own. Though we were only able to reach a handful of schools, we were not only able to provide children with school supplies, but also with the essential message that education is an important investment that matters to and affects people from all walks of life.

What We Need.

I LOVE MY HOOD aims to use every penny we make on this campaign towards making our trip the most profound, engaging, and impactful trip yet. There is no true maximum amount of funding we need – what we can accomplish, what events we can hold, and how many people we can reach depends on how much support we earn from people like you!



Our funding goal of $30,000 will cover:

 Notebooks, book bags, pencils, and erasers for up to twenty schools
Community events such as artist collaborations and school visits
Operational costs including staffing and transportation
Art and dance workshops for local communities to inspire and support for empowerment!


Help us make a difference from the ground up.

We have been able to go to local communities to connect personally with artists and supporters who believe in the movement. Every time we return, we are overwhelmed by how much the movement has spread by itself to various communities across the country. 

We at I LOVE MY HOOD believe that true social change must come from within. Our goal is not to come into communities with presumptions about what is best for them. Our purpose is to work with and inspire others to create for themselves and to nurture a supportive environment for those around them.


We hope that the movement will inspire you to explore your own culture and community as well!

What about the perks?

We have some cool stuff to offer in exchange for your help.

I LOVE MY HOOD Decal Set to satisfy your sticker bombing urges

Accountability -What happens if we don't make $30,000?
Never fear! If we do not make our full goal, our team is determined to make it back to the Dominican Republic. We will make sure that every penny you spend to help us goes directly towards the cause. We will do our best to communicate that to you, and feel free to contact us at contact@ilovemymyhood.com at any time if you have any questions or concerns. Thanks!

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Posted by: Hansel Perez  (Note: Info, pictures and videos, were taken from www.indiegogo.com)